Entrevista a Santi Lorite: Uno entre un Millón

Por circunstancias varias, esta entrevista hubo de realizarse en remoto utilizando las bondades de las nuevas tecnologías de videoconferencia. Cuando apenas habían pasado cinco minutos de la hora acordada, raro en una persona tan puntual, apareció en pantalla el rostro siempre amable y risueño de mi interlocutor. Es difícil entrevistar a una persona que conoces tan bien. Con la que has pasado muchos y muy buenos momentos, y también otros no tan buenos. Cuando piensas en qué es lo que vas a preguntar, ya casi te imaginas qué es lo que él va a contestar. Y sin embargo, por otro lado, no dejo de cuestionarme cómo hacerlo para que la entrevista deje ver lo que muchos sabemos en el Club Deportivo Bustarviejo; Santi es uno entre un millón.
Como le conozco bien, sé que no es una persona habladora. Los que le tratamos sabemos que no le gusta resaltar. Que prefiere un perfil bajo en público. Es un trabajador incansable, pero en la sombra. Por ello traté de hacerle preguntas cortas, rápidas y fáciles al principio para que se le soltase la lengua.

​CDB.- Bienvenido, ¿nombre completo?
SAN.- Santiago Lorite Castillo.
CDB.- ¿Fecha de nacimiento?
SAN.- El 20 de diciembre de 1974. Ha llovido ya.
CDB.- O sea son… ¿cuántos años?
SAN.- 47… sí, justo.
CDB.- 20 de diciembre… ¿eres capricornio?
SAN.- No, sagitario. Por poco.
CDB.- ¿Estado civil?
SAN.- Casado.
CDB.- ¿Desde hace cuánto?
SAN.- Uf, desde el año 2002.
CDB.- Vas a hace 20 años de matrimonio.
SAN.- Sí, el 6 de julio.
CDB.- ¿Tienes hijos?
SAN.- Dos. Adriana de 15, y Manuel de 11.
CDB.- Bueno Santi, la verdad es que no es fácil hacer una entrevista a alguien que conozco tan bien. Por ello, se me ocurrió buscar un planteamiento muy simple: dividir la entrevista en tres partes. Pasado, presente y terminar con el futuro. Si no te parece mal.
SAN.- Perfecto.
CDB.- Empezamos por el pasado. Cuéntame, ¿cómo comenzó tu relación con Bustarviejo?
SAN.- La verdad es que caímos aquí un poco por fortuna. Porque mis padres estaban buscando una casa de segunda vivienda. Para verano, fines de semana. Que no estuviese muy lejos de Madrid. Yo siempre he vivido en el Barrio del Pilar. Excepto mi primer año de vida que vivíamos en Vallecas. Por cierto, que me alegro por el Rayo que este año está en semifinales de la copa del Rey. Mis padres fueron a Guadalix porque les habían comentado de unas viviendas que había allí… pero resulta que ya habían vendido toda
la promoción. Y entonces el constructor les dijo, tengo otra promoción idéntica en Bustarviejo. Y es que mi padre conocía el pueblo porque tenía un amigo aquí del hospital. Mi padre trabajaba en el Gregorio Marañón. Dijeron, eso está cerquita, vamos a verlo. Y les pareció bien y nos vinimos aquí a veranear… —Santi abre los ojos haciendo entender que el verbo veranear tiene connotaciones — 
CDB.- ¿Qué edad tenías entonces?
SAN.- Pues yo… tendría 10 años.
CDB.- Si te pido que me digas algo de aquellos años de infancia en Bustarviejo, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente?
SAN.- Para mí, la familia. Porque coincide que mis padres y mis tíos compraron casas adosadas. Entonces nos veníamos con mis abuelos y con mis primos. Aquí éramos, mi hermano y yo, que nos llevamos dos años, porque mi hermana nació catorce años después, así que llegó más tarde. Por ello los fines de semana, el verano y la Semana Santa siempre compartíamos los días con mis primos. Aquellos días salíamos por ahí desde la mañana, apenas volvíamos a comer, y luego toda la tarde correteando por ahí.
Mucha bicicleta. Pero bicicleta, las de nuestros tiempos, que no te permitían muchos lujos de irte muy lejos porque eran auténticos hierros. Bicicleta… y balón. Mucho balón porque allí, en la plazoleta donde teníamos el chalet, montábamos nuestros partidillos. Aunque el pueblo era pequeñito y nos conocíamos todo el mundo, aquellos primeros años los pasamos sobre todo en la urbanización.
CDB.- ¿Y tu primer recuerdo de fútbol? Pero no el federado, sino los partidillos en las pistas…
SAN.- Los primeros recuerdos son en la pista roja de fuera del polideportivo. Con los amigos que teníamos en la urbanización. Mis primos, y dos o tres amigos más… y allí nos íbamos a jugar.
CDB.- ¿Supongo que jugarías aquellos legendarios torneos de verano en aquellas pistas? ¿Con qué equipo jugaste?
SAN.- La primera vez que jugamos un torneo de verano fue con el equipo de la piscina. Estaba hecho entre algunos amigos y luego gente mayor. Jugaba Paco, el hermano de Mariló, si no recuerdo mal. Yo tendría unos 15 años. Recuerdo que el equipo que se lo llevaba de calle eran ‘los Gandhis’… El segundo año ya decidimos hacer un equipo entre más amigos y montamos el ‘Salón París’. Ese fue mi equipo desde los 16 años hasta que se dejó de hacer el torneo de verano. Era un equipo que patrocinaba mi madre de la
peluquería que tenía. Estaba mi hermano, mis primos, mis amigos… pues eso, un equipo familiar.
CDB.- ¿Recuerdas alguna alineación tipo de aquel mítico Salón París?
SAN.- En la portería Pablo Álvarez y Juanjo, mi hermano Jose, Gonzalo el hermano de Pablo, Pablo Tejedor, David Baonza estuvo al principio. Y bueno… Toñín, Antonio Martín Magdalena. Este es casi fundador. Mi primo Luis, mi primo Javi. De aquí del pueblo también Nacho, que fue fundador aunque luego dejó el fútbol. El primer torneo que ganamos, que fue una barbaridad, también estaba Óscar, el hermano de Carlos, Álvaro Villafáfila, Rocha del camping… y mi amigo Antonio, comúnmente conocido como el Topa… me dejo alguno por ahí. Fueron muchos años y muchos recuerdos.
CDB.- Llegamos al fútbol 11, federado. ¿Con qué edad llegas?
SAN.- Pues al fútbol 11 llego con 19 años. Si no recuerdo mal. Jugué antes en la Colonia San Enrique pero muy poquito. Creo que fue en el año 96 ó 97.
CDB.- ¿Quiénes tenías de compañeros?
SAN.- Pues recuerdo que de porteros estaban Marcial y Miki.
CDB.- ¡La leche! la portería estaba bien cubierta entonces.
SAN.- Sin duda, sin duda. En la defensa estaban David, el cristalero. Estaba Jose el Berzas y Juli, el cristalero también. Estaba Paco Sanz y los chicos del camping: David, Javi. Estaba Chuki.
CDB.- ¿Quién era el entrenador? ¿Estaba Pepe o Ángel el Gallo?
SAN.- Estaba Pepe. Luego Ángel.
CDB.- ¿lateral derecho?
SAN.- Pues no. Empiezo más arriba. Empiezo de interior. Hasta que dejo de engañar a la gente y ven que ahí no hay nada que rascar (risas) La técnica y yo siempre nos hemos llevado regular.
CDB.- ¿Cómo ves tú el fútbol posesión, ataque directo, partido a partido… (más risas)?
SAN.- Pues quizá por mi manera de ser a mi me gusta el fútbol dinámico. El fútbol más directo. Lo de la posesión está bien. Es un buen recurso si lo sabes dominar. Teniendo tú el balón, evitas que te metan gol, pero a mí me gusta el fútbol más directo. De hecho, el equipo que entreno ahora practica ese tipo de fútbol. Entiéndeme, no el pelotazo… pero buscar la portería rival con el menor número de pases. Es mi manera de ser. Ir más directo.
CDB.- ¿Siempre has sido así o has cambiado con los años?
SAN.- Dicen que con los años cambiamos a peor… pero yo la verdad, siempre he sido como soy ahora. Mi manera de ser no es egoísta. En mi vida he sido como soy porque ha habido muchas personas que se han interesado por mí. Y yo creo que ahora hago lo mismo por otros. Creo que esa es la mejor manera de ser.
CDB.- Antes de pasar al presente, déjame que te haga una pregunta. Comparar jugadores siempre me ha parecido una tontería… pero, y con todos los respetos para el equipo sénior actual… ¿qué jugador de tu pasado te impactó? No sólo por su calidad sino por cualquier cosa que te hayas dicho a ti mismo… esto es completamente excepcional.
SAN.- Es difícil. Muy difícil. Es complicado. Aquí en Bustarviejo hay varios. Mi primo Miguel es uno de ellos.
Porque sí, por el perfil de juego, rápido, directo. Con clase… aquí en Bustarviejo ha habido gente con mucha clase. Quizá te sorprenda quien voy a decirte, quizá no… Luis, el hermano de Miguel, posiblemente sea el jugador con más clase que he visto en Bustarviejo. Le he visto hacer cosas que…
CDB.- … no se suelen ver en estos campos.
SAN.- No. Para nada. Cosas que casi ni se ven en televisión.
CDB.- Bueno. Vayamos al presente. ¿Eres feliz?
SAN.- Sí. Soy feliz porque creo que a día de hoy soy muy afortunado. Por la gente que me rodea. Primero por mi familia directa, mi mujer y mis dos hijos. Mis hijos tienen la enorme fortuna de conocer a sus cuatro abuelos. Disfrutarlos. Tengo un trabajo estable. Y aquí en Bustarviejo tengo una calidad de vida muy, muy buena.
CDB.- ¿Cuáles son tus obligaciones en el Club Deportivo Bustarviejo?
SAN.- En principio estoy en la directiva porque… (risas)… porque es complicado encontrar gente que quiera y pueda gestionar y administrar el club. Nunca me desligué de él. Porque lo llevas en el corazón.
Estuve hace muchos años con José Ballesteros entrenando a los juveniles. Y luego Óscar tiró de mí para llevar a un grupo de jugadores muy, muy jóvenes… teníamos buena sintonía, me comentaba cosas de la directiva y yo cada vez me iba metiendo más. Cuando salió Óscar y entró Asun, la persona que más años llevaba en el club y que más conocía el tema administrativo era yo… así que bueno me quedé para seguir echando una mano.
CDB.- Pero además eres entrenador.
SAN.- Soy entrenador… eso es lo primero. Del alevín. Llevo ya con ellos, dos años de alevín, dos de benjamín y dos de prebenjamín, y otro que estuvimos sin competir. 7 años. Esa es para mí la labor más importante que tengo en el club. Porque atañe a los críos y las crías, y eso es lo más importante que tenemos en el club. Y luego soy vicepresidente porque no queda más remedio (risas) Pero… bueno… me encargo de ayudar a Sergio, el coordinador deportivo, en todo lo que es tema de fichas y comunicación con la federación.
CDB.- ¿Cómo ves ahora al club? ¿Está creciendo? ¿Manteniéndose?
SAN.- El club, creo, desde hace 5 o 6 años que fue cuando más creció… lo estamos manteniendo. Con esta pandemia hemos temido que pudiéramos retroceder, pero no ha sido así. De hecho este año ha crecido en lo deportivo. Llevamos una buena dinámica. El punto más débil, que era el administrativo, con nuestra presidenta a la cabeza, lo hemos puesto al día y somos un ejemplo a seguir para muchos. Y hay que seguir con esta labor. Hay que crecer poco a poco. Al final Bustarviejo va teniendo más habitantes, y tienen que
ver al club como una opción para sus hijos. Una opción de socializar, de aprender y no sólo en lo deportivo sino en lo personal. Como proyecto ilusionante, creo que tenemos que mantener el equipo sénior. Eso es fundamental. Fundamental de cara a dar una estabilidad y una salida a los equipos más jóvenes que vienen por debajo. Sin esa salida, los equipos como el juvenil, cuando llegan a ser mayores, si quieren seguir con su deporte favorito, tienen que irse a otros pueblos.
CDB.- Ojalá, lean esta entrevista los integrantes del equipo sénior y confirmen lo que ya deberían saber, que para el club son muy importantes. Déjame hacerte ahora una pregunta comprometida para acabar con el presente. Vives en Bustarviejo desde hace más de 20 años… ¿qué te sobra y qué te falta?
SAN.- ¿Qué me sobra… y qué me falta? (Santi pasa un buen rato pensando antes de responder) Me sobran envidias. Personas con las que he compartido vestuario o torneos… que con el tiempo llegas a decir: “si no puedes ayudar, por lo menos no entorpezcas”. Tampoco hay mucho, pero lo hay. Y faltar… pues bueno, quizá algo de ayuda para el club. Es verdad que estos últimos años se han ido dando cuenta que el club es una alternativa a la diversión fácil que hay en otros muchos sitios, que es irte al parque. Creo que el gobierno actual de Bustarviejo, como parte del anterior, se han dado cuenta de esto y ayudan. Pero en estas cosas toda ayuda es poca y aún necesitamos más compromiso. Este año por ejemplo sacaron una subvención para asociaciones deportivas y ahí el club, como digo con Asun a la cabeza, ha hecho un excelente trabajo, optó a ella y nos hemos visto recompensados.
CDB.- Futuro. ¿Cómo te ves dentro de 15 años?
SAN.- (responde ipso facto y con los ojos abiertos) ¡Jubilado! (ambos reímos un rato) Tendría 63 años. Me veo aquí en Bustarviejo, disfrutando del entorno en bicicleta, que me gusta mucho. Ayudando en el club si fuera necesario. Aunque espero, y deseo, que la gente que está ahora en el sénior tome el relevo. Así ha sido siempre y así debe ser. No hay otra clave para que esto tenga continuidad que los que ahora disfrutan jugando, luego curren para que otros tengan su oportunidad. Que tu veas que alguien está haciendo por ti de forma altruista, porque le gusta, hace que luego tú des un paso adelante en la directiva.
CDB.- ¿Cómo ves el club dentro de 15 años?
SAN.- Pues igual más o menos. Ayer subió Pepe a ver el partido de los alevines y lo comentamos un poco.
Al final, la mayoría de los entrenadores han sido o son jugadores. Es la manera de continuar.
CDB.- ¿Cómo ves el pueblo dentro de 15 años? ¿Crees que va a cambiar?
SAN.- Aquí en el pueblo lo de la España vaciada no se cumple. También es verdad que el entorno que tiene y su proximidad a la gran capital, hace de él un sitio ideal para vivir. Creo que Bustarviejo no va a decrecer. Yo lo he vivido. Desde que vine a vivir, hasta ahora, hemos visto hacia dónde vamos. Creo que el crecimiento sería lo normal. Lo que sucede es que debemos procurar crecer de forma ordenada. El tema de la pandemia ha hecho que mucha gente se replantee su forma de vida. También puede ser algo cíclico y que en 5 años esa gente se vaya. Pero no lo creo. Si no te da pereza bajar todos los días a trabajar es un sitio idóneo. Lo veo creciendo, sin que deje de tener ese encanto. Cuanta más gente haya más jugadores tendremos para todas las categorías.
CDB.- Como tú eres un auténtico personaje al que se le quiere mucho en el pueblo, estoy seguro de que muchas personas, incluyendo amistades y familia, leerán esta entrevista. ¿Qué mensaje quieres dejar a todos estos lectores?
SAN.- Quiero romper una lanza a favor del fútbol. Pero el fútbol con mayúsculas. Siempre lo defiendo. Las personas que no han tenido mucho contacto con él piensan que el fútbol es lo que se ve en televisión. La violencia, las bengalas, las peleas, las estrellas y los cientos de millones que mueven. Pero eso ni siquiera pertenece al fútbol del que yo hablo. Yo creo que soy como soy por haber pertenecido a un equipo de fútbol. Es un hecho que los chavales que están en un equipo son más responsables, más puntuales, más comprometidos, más solidarios, trabajan más en equipo… Muchas de las personas con las que he jugado ya han pasado a ser amigos míos para toda la vida. Para mí el fútbol me ha abierto muchas puertas. Por medio del fútbol he conocido el pueblo. El fútbol me ha dado mucho. Cuando vienen muchos padres al Pinarejo a llevar a sus hijas e hijos y te dicen, a mí el fútbol no me gusta… y te lo dicen como si fuese un cáncer de la sociedad. Y yo digo… ya, pero no te gusta el fútbol de la tele, y lo que ves ahí… pero cuando ves que aquí, el grupo está por encima de la individualidad, cuando ves que niños y niñas de apenas 8 ó 9 años verdaderamente se ocupan y preocupan para que mejore el colectivo, y no ellos mismos… cuando ves cómo se fomenta la colaboración y el esfuerzo, que son cosas de las que luego no podrás prescindir cuando seas mayor. Ese es el fútbol de verdad, y no el de la televisión. Y ese es el que se hace aquí en el club. Y no es algo de ahora. Es algo que hemos vivido todos los que hemos pasado por aquí desde el año 89.
Me despido de Santi con un hasta luego porque no me cabe duda de que en pocos días volveremos a hablar de cualquier cosa. Pero me despido con la sensación de que el club está en buenas manos. Casi me atrevería a decir que en las mejores. Y deseo que así sea por mucho tiempo. Y cuando llegue el momento del relevo, sé que veré muchos partidos de los equipos de Club Deportivo Bustarviejo en la banda del Pinarejo, con Santi a mi lado. Pasando frío los dos. Con el aguanieve quedándose en nuestras orejas. Quizá alguno de los dos lleve un termo de café al partido. Café brujo que lo llamamos. Y esas tardes sabré que no habrá lugar en el mundo donde pueda estar mejor que allí.
Uno entre un millón.